¿Cómo manejarse con los medios hermanos?
Introducción.
Pueden haber diferentes razones por las cuales "llegan los medios hermanos"; sea por infidelidad; por terminar una relación donde habían hijos y los padres deciden rehacer su vida para formar una nueva familia; por mujeres que tienen hijos con diferentes parejas sea esto por diferentes razones; también cuando se forma una nueva familia y antes de ello; alguno de los padres ya había tenido un hijo fuera de una relación formal, o como se dice en México, una "una canita al aire"; etc, etc, etc.
Dependiendo de cómo "se gestó" la existencia de un medio hermano, muy seguramente influirá cómo será la relación entre los involucrados, aunque eso sí, cualquier figura que se dé, siempre será difícil y compleja.
Cómo confrontarlo.
¿Qué es un "medio hermano"? Es un individuo que comparte con otra persona lazos sanguíneos de sólo uno de los dos progenitores donde el otro engendrador no tiene un vínculo biológico con uno de los engendrados.
Se sabe que existen medios hermanos los cuales al conocerse, han tenido una experiencia totalmente conciliadora e incluso afectiva. Para otros en cambio, fue una experiencia triste y decepcionante.
Es decir que el contexto y la personalidad es un factor importante para poder resolver el conflicto y seguir adelante en la vida.
¿Y cómo confrontarlo entonces? Veamos algunas ideas las cuales pueden apoyar.
1.- No reprimas la emoción inmediata.
Puede ser una impresión muy fuerte para algunos, sea mucho o no, tienes que darte la oportunidad de expresar tu emoción de forma constructiva. El padre o madre en cuestión tienen que permitir la libre expresión. Evitárselo al hijo sólo evitará la asimilación, la cual por cierto, será de mucho tiempo.
2.- Habla con el padre o madre responsable de lo sucedido.
Los padres tienen que asumir la responsabilidad de lo que implica traer al mundo a un medio hermano y/o hacer que el hermano sea ahora "medio hermano". Decir al hijo "a mi no me cuestiones" no es la mejor respuesta ni tampoco es conveniente. Los padres que generaron de un modo a otro a un medio hermano tienen que entender lo que también conlleva y son responsables de ello. No se trata de vivir con culpa o con ideas del tipo "es que no lo sabía" o "fue mi juventud y mi falta de experiencia" ideas las cuales no aportan nada ya que existe una vida producto de una relación dada.
Los hijos tienen el derecho de expresar lo que piensan y sienten del asunto ante el padre o madre responsable. No se trata de condenar al padre o madre, se trata de asignar responsabilidades, llegar a conclusiones y soluciones para seguir adelante.
3.- No evadas la situación racionalizando lo sucedido.
Al racionalizar la situación con el fin de entender lo sucedido y querer sentirse mejor es sano, no obstante, para llegar a la racionalización del asunto primero y sumamente importante es necesario darle voz a la emoción y sólo así será válida la racionalización.
4.- No condenes ni señales al medio hermano.
El medio hermano se define en función al contexto, no lo olvidemos. Cuando el medio hermano es menor a "los oficiales" es una cosa y cuando resulta que el hermano mayor es el "medio hermano oficial" es otra dinámica.
Sea quien fuere el "libre de pecado" y "el producto del pecado", entre estos medios hermanos no pueden culparse. Tampoco se trata que sean íntimos si alguno no lo desea. Es importante un grado de adaptación cuando viven juntos los medios hermanos ya que la estructura familiar así lo exige que cuando, por ejemplo, dichos medios hermanos no viven juntos.
Es natural señalar al medio hermano como primera reacción, no obstante, ni el uno ni el otro son responsables ya que en ninguno recae esa responsabilidad.
5.- Si lo crees conveniente, habla con tu medio hermano.
Se requiere mucho temple y cabeza fría. Escuchar al medio hermano puede apoyar en comprender cómo él ve la situación, quizá encuentres más puentes que barreras entre ustedes. Insisto, no se trata de ser amigos ni hermanos, esa es decisión muy personal, se trata de comprender y cuadrar ideas como pensamientos para que te sientas bien, y en todo caso, que por lo menos no existan resentimientos entre medios hermanos.
6.- Habla con tu progenitor afectado.
Hablar con tu padre o madre el cual puede estar afectado(a) por el asunto puede ser muy satisfactorio. Puede apoyar que, no obstante, que fuiste afectado(a), el hecho que expreses a tu progenitor afectado tu amor, lealtad y fidelidad es apoyarle a su propia alma.
7.- Perdona al progenitor responsable.
No es fácil, y pese a ello tienes la opción de vivir libre de amargura y dolor o bien de "sufrirlo, aceptarlo, reconstruirte para seguir adelante". Recuerda, perdonar no es olvidar ni reprimir, es re-significar.
8.- No vivas con una idea sesgada de lo que es una familia.
Pese a lo anterior, la experiencia de formar una familia es única. Puede ser una gran oportunidad o tristemente una mala experiencia, pero eso depende de ti. Cierto, nadie construye el hogar para darle en la torre, no sabemos qué depara el futuro para la familia. Debido a esto y entre oras razones, es vital construir cimientos con la creación misma de valores y principios en los hogares como en tu propio desarrollo tanto existencial y de trascendencia individual.
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Por el autor:
Lic. Caleb R. Soto
Psicólogo en Coapa, sur de la Ciudad de México.
Propuesta y desarrollo psicológico: Caleb R. Soto
Fuente de imágenes: pixabay.com y istockphoto.com
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