Cómo confrontar psicológicamente la tragedia sucedida en el CCH Sur UNAM
Introducción.
El análisis de lo sucedido en el CCH Sur es multifactorial y complejo a tal punto que podría estimular la realización de un trabajo de tesis a nivel de posgrado en varias ciencias.
En términos psicológicos y sin duda alguna, lo sucedido en el CCH evidenció tanto el descuido como la indiferencia por la salud mental tan necesaria en el individuo como en la sociedad por parte de las autoridades como las familias en general.
Tristemente, como ya se ha señalado en otro momento, sólo el 15% de la población Mexicana considera que es importante la salud mental, o dicho en otras palabras, significa que el 85% de la población Mexicana considera innecesaria la atención psicológica. Esto también se denota en las propias instituciones tanto gubernamentales como privadas, como por ejemplo desde el número de profesionales de salud existentes, sus alcances en puestos de trabajo y hasta en sus salarios los cuales pueden ser bajos; incluso nos hemos topado con empresas que solicitan Psicólogos a los cuales se les paga ¡solamente viáticos junto con una compensación económica con ningún tipo de prestación! Por supuesto a dichas empresas las hemos denunciado. Podríamos relatar varias experiencias tocante a la indiferencia por la atención psicológica por parte de la sociedad, no obstante, eso nos desviaría del propósito principal.
Es importante que la sociedad en general deba darle importancia a la salud mental al igual que el cuidado de la salud física proporcionada esta ultima por médicos generales como especialistas. De hecho saben muy bien los médicos que muchos de los padecimientos que atienden tienen origen o etiología de índole psicológico lo cual está perfectamente documentado y que de hecho muchas veces comenten el descuido de no canalizar a sus pacientes a un servicio de atención mental haciéndose así partícipes de proporcionar una atención parcial a sus pacientes.
Debido a lo anterior, es nuestro deseo, poner sobre la mesa cómo confrontar psicológicamente y superar lo sucedido en relación al homicidio cometido dentro de las instalaciones del CCH Sur perteneciente a la máxima casa de estudios, la UNAM.
Ideas iniciales.
Como mencionamos en la introducción, el tema puede dar para mucho, no obstante no es la idea hacer un documento con carácter académico en este momento, sino uno práctico con la finalidad de que los interesados encuentren información útil y de primera mano.
Es importarte que el estudiante sea consciente que el primer responsable en cuidarse es él mismo; si bien es cierto que la institución en cuestión tiene que garantizar en lo posible la seguridad dentro de sus instalaciones, hay que ser consciente del cuidado personal individual.
Por otro lado, es necesario que el estudiante asuma la responsabilidad de construir un ambiente propicio para la buena convivencia entre los diferentes individuos que conforman al alumnado, esto va más allá de querer manejar las relaciones sociales con una visión de perspectiva de género la cual, además de ser una falacia, no ha proporcionado un real apoyo para fomentar una buena relación entre las personas a tal punto que el propio abogado general de la UNAM señaló en una entrevista ante los medios que el “empoderamiento femenino” no ha hecho más que lograr un desequilibrio en la sociedad así como en la comunidad estudiantil a tal punto que nos enfrentamos a un nuevo reto para recuperar un nuevo equilibrio.
En otro punto es que, los hijos, si bien están en una institución de nivel medio superior, tienen que entender que, por la propia edad que tienen, todavía son presas de confusiones propias como producto de la re-estructuración del desarrollo psicológico (y físico todavía) en los mismos. La regla vigente psicológica que opera en los chicos es que seguirán “pensando con las hormonas más que con las neuronas”, y esto seguirá hasta que estos jóvenes “cecehacheros” tengan alrededor de 25 años de edad o en otras palabras; ¡estarán estudiando la universidad y muchas veces las hormonas les pondrá el pie para pensar con eficacia!
Esto significa que los hijos tienen que aprender en la guía de sus padres, de hermanos mayores responsables o tutores. Y si de plano no se tiene, será buena buscar la guía u orientación de una persona ejemplar, estos siempre existen. Los padres no son perfectos así que los hijos tienen que abandonar ideas utópicas ni caprichosas. Y tampoco hay hijos perfectos, así que los padres tienen que aceptar dicha realidad.
La comunicación entre padres y jóvenes tiene que descansar en una escucha activa en la cual se toman en cuenta todas las posiciones con el fin de llegar a acuerdos conciliatorios reales.
Un punto más es que muchos de los jóvenes no perciben que están rodeados de un ambiente de carácter toxico en el cual incluso ellos mismos participan, alimentan y fomentan; es importante que los jóvenes se den la oportunidad de ser más conscientes de esto y hagan los cambios pertinentes.
La responsabilidad de los padres.
Antes que nada: Padres, no vivan con culpa.
Un principio básico en la psicología es que no es posible un proceso de desarrollo personal o de dirección externa con sentimiento de culpa; no es posible educar a los hijos cargando algún sentimiento de culpa así que si uno de los padres están cargando sentimientos de esta naturaleza es tiempo de darse la oportunidad de dejarse de odiar de forma pasiva, ser libre y seguir adelante en pro de la propia salud mental y por el bien de los hijos y si es necesario para superar esos sentimientos neuróticos buscar ayuda profesional habrá que hacerlo sin pena alguna.
Por otro lado, debido que actualmente la sociedad en que vivimos es más compleja, se ha vuelto al mismo tiempo más neurótica. Es una realidad que ese estilo de vida es tan común que los padres ya no perciben las dinámicas neuróticas de la misma. En ocasiones el pensar que los hijos, al ser estudiantes de medio superior, consideramos que tienen que vivir sus propias experiencias de vida lo cual es cierto, no obstante, eso no significa falta de supervisión o negligencia en la aplicación de la misma.
Uno de los errores más comunes de los padres, y quizá sea uno de los más delicados, es educar por proyección o mejor conocido el principio como “enseñar por proyección”.
Este apartado es suficiente para escribir todo un artículo, por ahora sólo diremos que en muchas ocasiones los padres al no querer que sus hijos vivan o no vivan lo que ellos vivieron o no vivieron, pretender resolver los padres sus problemas no resueltos, negados o reprimidos sobre sus hijos con un formato de supuesta educación, no entendiendo que su hijos tienen “otra historia psicológica”.
En estos casos es importante que los padres acepten y trabajen psicológicamente sus traumas proyectados con el fin de superarlos y nuevamente, si es necesario, los padres tendrán que tener la humildad de buscar ayuda profesional.
Otro punto y parece increíble es que sí existen padres de familia que fomentan a sus hijos, sea pasiva o incluso de forma activa, malas actitudes que van desde la violencia psicológica hasta la física, manifestadas éstas de formas diferentes. Y aquí hacemos mención que es necesario cortar a estos individuos de nuestras relaciones sociales. Este último comentario nos permite iniciar el siguiente apartado.
Responsabilidad compartida.
Fue impresionante y contundente el comentario que realizó una alumna de tercer semestre, siendo staff, en la inducción realizada en el CCH Sur para la generación 2026, justamente la misma generación de la cual pertenecía el chico que sufrió el lamentable hecho. La chica señaló ante padres y nuevos alumnos: “No todos los chicos que ingresan a esta escuela son buenos, tienes que juntarte con aquellos que te motiven a estudiar y no tener relación con chicos que te inviten a realizar cosas malas o indebidas”.
En esa inducción en la cual se mostraron los principios mínimos de sana convivencia, entre otros temas, tanto padres como alumnos escucharon que son responsables de supervisar como cumplir respectivamente y cualquier lado que no cumpla, la balanza responsiva se desequilibra pudiendo afectar el curso del sano funcionamiento señalado por la institución.
El precio de la libertad es la disciplina.
El sistema de los Colegios de Ciencias y Humanidades de la UNAM, otorga libertad y autonomía al estudiante haciéndolo responsable de su propias decisiones en lo que respecta a su superación académica como a un cierto grado personal. En este punto puede existir dos lados de la moneda: o el estudiante madura y se hace responsable o se convierte en un paria. ¿De que depende? Tomando la idea arriba mencionada en otro apartado, sólo diré que depende de la mentalidad del chico, la influencia del medio y la educación recibida de los padres.
Si bien es interesante el sistema manejado por los CCH’s, nos preguntamos cuáles son los límites y responsabilidades que tocan a las partes involucradas, es decir tanto a la institución como al alumnado
Muchas veces los chicos, quizá por “el encierro académico dentro de cuatro paredes que sufrieron durante sus estudios primarios y secundarios”, así como vivir ahora la etapa del desarrollo juvenil, no entienden el aire de libertad que la institución les brinda confundiendo y corriendo el riesgo de distorsionar la libertad con irresponsabilidad e incluso con libertinaje.
El joven tiene que entender que la verdadera libertad está vinculada con la disciplina, la responsabilidad y el sentido de vida. Estar en la canchas jugando mientras el profesor está dando su clase en el aula, no es señal de libertad de opción, ni de hombría, en caso de los hombres, sino de irresponsabilidad, de negación además de ser una manifestación desleal hacia los padres los cuales están apoyando el proyecto del hijo; tampoco es de aplaudir cuando los hijos llegan alcoholizados a la institución después de haber viajado en el famoso “Pumabus” con lo cual nos hacen pensar cómo es el ambiente dentro del bus mientras viajan en dirección al templo del saber y al mismo tiempo nos hace pensar cómo adquieren bebidas indebidas esos “niños desobedientes” para estar ebrios a las 6:30 a, m., horario en el cual hasta los campeones en el levantamiento de tarro estarían descansando con el fin de seguir sus entrenamientos para más tarde, sabiendo que hay que cuidar el cuerpo.
Entrando en materia psicológica.
No nos concentraremos en explicaciones etiologías o interpretaciones estructuralistas profundas en este artículo; así que poned atención ya que en las siguientes lineas resumiremos mucha información.
Para aquellos que vieron el atentado directo.
El impacto de haber visto dicho momento marcará un antes después en el individuo, así será, en algunos más intenso que en otros será el shock. En un principio y aparentemente puede no generar impacto psicológico-emocional en el individuo, no obstante, es importante que no esperen síntomas y asistan de forma inmediata a algún servicio de psicología para su atención; evitemos el shock post-traumático ya que podría hacer merma en algún chico con personalidad y emociones comprometidas.
Para aquellos que vieron y/o escucharon cómo cayo el victimario.
Su atención puede ser menos complicada, aunque dependerá de la fortalezas y habilidades psicológicas del joven. No lo complicaremos, si al día de hoy un joven sigue pensando en lo sucedido de forma recurrente y le genera ansiedad o miedo, ya se tardaste; tiene que asistir a terapia. Si asiste pronto, será mas fácil superar la situación lo cual implica menos sesiones.
Para aquellos estudiantes que se enteraron después.
Este es el grupo menos complicado, de hecho la gran mayoría de ellos no tendrá problemas, podría bastar hablar con un buen amigo, un líder religioso o con la familia, cosa que seguramente la mayoría de los jóvenes ya han hecho. No obstante, si hubiera que algún joven se sienta alterado o con miedo por recordar lo sucedido, es conveniente y necesario que asista a terapia.
Cómo confrontar el regreso a clases.
Si sólo con pensar en el regreso a clases genera incertidumbre, miedo, ansiedad inseguridad, pensamientos catastróficos, ideas pesimistas como depresivas; soñar con lo sucedido, pesadillas, aislamiento social, desinterés por estudiar; manifestaciones físicas en el cuerpo como por ejemplo problemas gástricos, falta de apetito, no le busquemos más, el joven requiere atención psicológica.
No mentiremos, en términos de salud mental, el regreso y volver a estar en el plantel como antes de lo sucedido no será nada fácil y menos si los estudiantes no ponen de su parte; las condiciones han cambiado y sólo los que se adapten psicológicamente podrán salir adelante y los demás se quedarán perdidos en su obsoleta psiquis; ¿suena motivador lo anterior? No, para nada; se trata de saber y aceptar dónde se está parado y actuar en consecuencia.
Es vital que el joven se mantenga alerta-consciente en su cuidado y el de sus compañeros. Sin duda, muchas medidas de cuidado serán construidas por los mismos jóvenes de forna fluida como natural.
Por otro lado, enfatizamos que los jóvenes tienen que estar muy atentos de las diferentes emociones que puedan sentir con el fin de darles lenguaje para que sean canalizadas de forna nutricia, así podrán construir sentimientos positivos con tinte realista; no evitar ni reprimir alguna emoción; todas están del lado del propio individuo, sean (mal llamadas)“buenas o malas”, todas ellas tienen un fin eficaz, útil y sano si de saben escuchar, entender y canalizar.
Si el estudiante ha sido rebasado significando que ha sido afectado en su día a día, es decir, que no logra realizar las diferentes actividades propias de su jornada diaria sea por la sintomatología mencionada más arriba, será necesario que busque ayuda profesional, quizá su contención psicológica esté siendo golpeada significativamente.
Creemos que el apoyo espiritual (no hablamos de religión necesariamente) puede proporcionar un genuino apoyo para los jóvenes; al día de hoy la Psicología no está peleada con la espiritualidad, esta última bien puede contribuir a la adquisición de valores, apreciación personal, autoestima como identidad, no la echemos en saco roto, ni permitamos prejuicios.
Finalmente, una manera de honrar la memoria del amigo y compañero que partió bien puede ser cuidarse, amar y disfrutar de lo que se hace así como compartir el bien a los demás.
La vida continua, dignifica la tuya dándole sentido.
Esperamos que pueda apoyar al algún joven lo anterior, si es así aunque sea uno, habrá valido la pena el esfuerzo.
Les deseamos un regreso “psico-sano” para todos los jóvenes y personal del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM
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Referencia de una imagen: https://elpais.com/mexico/2025-09-22/un-estudiante-es-asesinado-con-una-navaja-por-otro-alumno-en-el-cch-sur-de-ciudad-de-mexico.html
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